Cómo abrigarse en las noches de invierno
22
Jul
Cuando bajan las temperaturas, lo más importante es asegurarnos de tener un descanso cálido, reparador y confortable. Saber cómo abrigarse en las noches de invierno mejora la calidad del sueño y ayuda a cuidar nuestra salud y bienestar general.
En este artículo te compartimos consejos para el invierno que puedes aplicar desde hoy para dormir más cómodo y protegido.
Importancia de abrigarse bien al dormir en invierno
Durante las noches de invierno, las temperaturas bajan considerablemente y tu cuerpo necesita mantenerse cálido para que el descanso sea realmente reparador.
Cuando no te abrigas bien, es común que despiertes varias veces durante la noche o que al día siguiente sientas el cuerpo tenso, con cansancio acumulado e incluso molestias físicas. Por eso es importante saber cómo abrigarse bien en invierno, empezando por lo más cercano a ti: tu cama.
Contar con una buena ropa de cama de algodón hace una gran diferencia. El algodón pima y el algodón peruano son fibras naturales que destacan por su suavidad, durabilidad y capacidad térmica.
Estos materiales ayudan a regular tu temperatura sin provocar exceso de calor ni acumulación de humedad. Asimismo, son perfectos si buscas una sensación acogedora que te acompañe durante toda la noche.
¿Cómo abrigarse correctamente al dormir en invierno?
1. Edredones
A la hora de dormir, un buen edredón puede marcar la diferencia entre pasar frío o tener una noche realmente agradable.
Los edredones abrigadores fabricados con algodón son la mejor opción para las noches de invierno, ya que proporcionan un abrigo natural sin causar sudoración excesiva.
Asimismo, el algodón pima ofrece una textura suave al contacto con la piel y una excelente capacidad para conservar el calor.
En Sydney encontrarás edredones de algodón que combinan diseño y calidad. Busca aquellos con mayor gramaje, ya que te brindarán mayor aislamiento térmico sin añadir peso incómodo.
También es clave que el edredón esté bien acolchado y tenga costuras resistentes, para que la distribución del relleno se mantenga pareja a lo largo del tiempo.
2. Mantas
Las mantas para el frío son versátiles, prácticas y perfectas para sumar una capa térmica que te proteja del frío intenso. Puedes usarlas encima del edredón para reforzar el abrigo o entre las sábanas para mantener una temperatura constante desde el primer momento en que te acuestas.
Si quieres saber cómo dormir cuando hace frío sin sentirte pesado o incómodo, elige mantas confeccionadas con algodón pima. Este tipo de algodón es más fino y resistente que otros, lo que permite tener una manta ligera pero muy eficiente para conservar el calor corporal.
Además, su textura es delicada con la piel, ideal si tienes la piel sensible o si simplemente buscas un contacto más placentero al dormir.
3. Sábanas
Las sábanas son el primer contacto directo con tu piel cada noche, por eso elegir bien este complemento es clave si quieres saber cómo dormir cómodo durante las noches de invierno.
Las sábanas hechas de algodón peruano te ofrecen el equilibrio ideal: son suaves, cálidas y permiten que tu cuerpo respire, evitando esa sensación de encierro que provocan algunas telas sintéticas.
Asimismo, una buena opción son las sábanas de algodón pima, reconocidas por su calidad superior, resistencia al desgaste y sensación sedosa.
Este tipo de tejido se adapta a la temperatura corporal, ayudando a conservar el calor sin generar exceso de sudoración. Además, aportan un nivel de confort que te ayuda a relajarte más rápido y dormir de manera continua.
4. Almohadas y protectores
Las almohadas de algodón también cumplen un papel fundamental en tu descanso. Elegir una almohada con la firmeza adecuada y una funda térmica te permite mantener el cuello y la cabeza abrigados, sin acumular humedad ni provocar incomodidad durante la noche.
El algodón pima es ideal para las fundas, ya que es hipoalergénico, transpirable y conserva una temperatura estable, incluso cuando el ambiente es muy frío. Y si quieres llevar tu descanso al siguiente nivel, incorpora protectores de colchón.
Estos accesorios actúan como una barrera extra contra el frío, ayudando a conservar el calor corporal por más tiempo y mejorando la higiene general de tu cama.
Recomendaciones antes de dormir
Cuida de tu alimentación
Tu alimentación influye directamente en cómo responde tu cuerpo al frío durante las noches de invierno. Antes de dormir, lo ideal es optar por cenas ligeras pero nutritivas, que incluyan sopas caseras, cremas calientes o infusiones relajantes como manzanilla o hierba luisa.
Estos alimentos ayudan a mantener la temperatura corporal estable y favorecen un sueño profundo.
Evita las comidas muy pesadas o frías, ya que pueden interferir con la digestión y generar incomodidad térmica justo cuando tu cuerpo necesita entrar en reposo.
Evita los cambios bruscos de temperatura
Mantener una temperatura constante en tu dormitorio es clave para descansar sin sobresaltos. Los cambios bruscos de temperatura pueden afectar a tu sistema respiratorio y alterar la calidad del sueño.
Para evitarlo, asegúrate de cerrar bien puertas y ventanas antes de dormir, y ventila la habitación durante el día para renovar el aire sin enfriar el espacio por la noche.
Si utilizas estufa, procura que sea segura y colócala lejos de materiales inflamables. Además, ponte el pijama antes de que el ambiente se enfríe por completo y refuerza tu cama con ropa de cama de algodón como edredones abrigadores y mantas para el frío.
Refuerza el cuidado de tu piel
Durante las noches de invierno, es común que la piel se reseque debido al clima seco y al uso de calefacción. Para mantener el confort total mientras descansas, es importante incluir la hidratación en tu rutina nocturna.
Por eso, aplicar una crema humectante en rostro, manos y cuerpo antes de dormir ayuda a proteger la barrera natural de la piel y evitar molestias como picazón o tirantez.
Además, al usar ropa de cama de algodón —especialmente si es algodón pima o algodón peruano—, evitas la fricción con materiales ásperos o sintéticos que pueden irritar la piel sensible.
Ten en cuenta que sentirte cómodo al dormir también lleva relación con cómo cuidas tu cuerpo por fuera. Incorporar este hábito diario hará que tu descanso sea más placentero y reparador.
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